Gracias por concederme la entrevista, un día después de la orgía de emociones que es la Gran Marcha del Orgullo LGBTTTI. Antes que nada, quiero preguntarte si la imagen que diseñaste para la Marcha tiene un título.
ER: Gracias a ti, sí, se llama “Alegoría de un escudo” o “México/mexica”.
AM: ¿Cuál fue el origen de tu trabajo?
ER: El origen de este trabajo en específico viene desde mi obra, que consiste en proyectar el niño interior de los adultos.
AM: ¿Cuál fue el origen de la concepción de la imagen?
ER: En este caso quería proyectar un niño México, traer de la muy temprana infancia mexicana que vendría siendo la época prehispánica, un personaje infantil festivo y defensor, pensé en un caballerito águila.
AM: ¿Rivalizó esta imagen con otras ideas que hayas tenido?
ER: Fue complementario: ya vengo manejando personajes de esta “infancia mexicana” de varios años atrás, incluso el Museo del Chocolate tienen una obra mía en exhibición de un niño mexica abrazando una mazorca de cacao. Tengo por ahí en vez de un niño águila, un niño caballero pollo, pero hacer un niño águila, exigía un sentido más aguerrido: quedaba perfecto porque era una sutil revancha hacia la educación católica que a la fecha te quieren imponer; un resurgimiento de la defensa de la ciudad contra estos controles. Tiene muchos hilos significativos por donde lo veas: emocionales, sociales, históricos, didácticos, gráficos, etc. todos los mexicanos deberíamos ser caballeros o “caballeras” águilas.
AM: Sin duda, Caballerxs águila en la defensa del Estado laico; en la defensa de nuestros derechos y dignidad. ¿Cómo trabajas tus obras? Es decir, ¿cuál es el proceso en el que te metes?
ER: Comienzo a crear un hilo entre una idea y un recuerdo. Por lo regular, esta idea se asoma detrás de la personalidad de alguien o de mí mismo. Es decir, saltan en cualquier momento restos del niño interior que los adultos tenemos. Simplemente trato de atraparlos y ponerlos en una obra que invite a dialogar, meditar, incluso contraponerse con ese niño que asumimos perdido.
En el caso específico de este trabajo, personalmente me remite al 3ro. de primaria donde la maestra nos hacía competir en matemáticas con divisiones o multiplicaciones para ganarte el primer lugar en la fila de las bancas cada lunes. Si eras el mejor, eras Tenoch el emperador que funda Tenochtitlán y te sentabas hasta adelante y así sucesivamente hasta Cuauhtémoc. En fin, era muy divertido y didáctico. Yo sí jugué a ser caballero águila.
AM: Al entregar tu trabajo, ¿pensaste que ibas a ganar?
ER: Ya había participado en la convocatoria un par de veces antes. Claro que imaginas ganar, pero antes ya había perdido y tambien sé perder, así que lo tomé con mucha más calma.
AM: Me hubiera gustado estar en el Museo del Estanquillo el día que dieron los resultados. Cuéntanos ¿cómo fue el anuncio ante los medios?
ER: Pues fue un día de mucha expectación. Es una carga importante de representabilidad para la comunidad, acordamos no mostrarlo hasta el día de la presentación, aunque sí se filtró que yo había ganado. Fue muy emocionante. Me acompañó a la presentación gente que nunca pensé que estaría y les agradezco mucho, no lo olvidaré jamás.
AM: Y luego ¿qué fue lo que pasó? Hubo una fuerte reacción de crítica. ¿Quién hizo esas críticas?, ¿qué dijeron? Creo que es muy importante elaborar la ruta de esto porque marca un aspecto destacado de los problemas que enfrentamos como comunidad en México. Hay sin duda coros de voces ríspidas.
ER: Era de esperarse, aunque yo esperaba más críticas de fuera de la comunidad LGBTTTI, a ellos les encantó. Las únicas críticas fuertes venían de un “coro” contrario al comité que están en un papel de denuncia, crítica y combate constante, tienen una larga historia de defensa y combate de derechos, por sus referencias era evidente que no conocían mi trabajo anterior a este proyecto, pero yo sí los conocía y conocía sus trayectorias y los admiro y respeto muchísimo, no puedes tomar personal sus críticas, por muy viscerales y predecibles que sean. Es bienvenida, para no convertirte en lo que un día juraste destruir. Es constructiva cuando es recíproca. En esta carrera es constante la crítica a todo nivel la frontal y la oculta.
Por otro lado, el eterno debate en redes sociales que a mi parecer sin mucha discusión es: si la Marcha es un carnaval o una protesta. La comunidad es una comunidad viva, una familia con enormes discusiones. No habría que perder de vista el horizonte por ver la piedra en el camino. Finalmente, todos estamos de este lado y cada quien hace su papel. Y, por otro lado, la población NO-LGBTTTI me ha felicitado mucho. Voltearon a verlo, se lo apropiaron; pedían camisetas, gorras etc. (hasta piratas había ayer en la Marcha). Mi concepto de artista es la expansión y esa era la idea, tambien incluirlos a ellos de alguna forma, sino terminas trabajando para un ghetto.
AM: ¿Quienes salieron en tu defensa? ¿Qué dijeron?
ER: En general mis amigos, gente con la que he trabajado de años y que también están en la comunidad cultural-LGBT y sobre todo que saben y conocen mi trabajo, que saben de qué voy y lo que quiero proyectar como artista. No había mucho que decir, una imagen dice más que mil palabras. El cartel era una realidad y ayer en la Marcha ahí estaba y ya no era mío, era de tod@s.
AM: ¿Qué piensas tú de todo esto, una vez que ha pasado la tormenta de ácido que se desató?
ER: Bueno no soy tan importante. Tampoco soy sólo un cartel: tú decides cuanto te mojas o te sales de esa nube de ácido. Hay gente que vive en una piscina de ácido todo el año. Es común mojarte de vez en cuando pero no te deja crear o producir nada más, es cuando se vuelve un monólogo nocivo. Lucian Freud dice que la misión del artista es incomodar al ser humano, y está hecha, he tenido obras o exposiciones existosas y otras que la gente prefiere ni ver, esa es la función del arte a mi parecer, error-acierto, aunque muchos errores se convierten en aciertos con el paso del tiempo. Hoy es la imagen de la Marcha, mañana es otra cosa y tal vez deba empezar de cero.
AM: La Supermana, en el templete ante el Ángel de la Independencia dijo que la comunidad tenía unos colores y una bandera y que sólo le hacía falta un escudo y que ese escudo se lo había dado Erik Rivera. ¿Estás tú de acuerdo con esta concepción supermanezca?
ER: Por supuesto que está pensado así, pero que lo haya dicho ella junto a Oswaldo Calderón, La Super Perra, me enorgullece porque se trata de personajes que han logrado permanecer tantos años en contra de todos y que la gente adora, porque me consta, artistas que logran romper la barrera del gueto LGBTTTI para llevar este mensaje de humor, de apertura ironía e inclusión. Tiene años que retraté a las Hermanas Vampiro para mi expo Niños Princesa donde Supermana dice ser una Gaydad y se lo creo. Fue muy emocionante que dijera eso en el escenario de la Marcha y junto a Superperra. Las quiero muchísimo, somos amigos, aunque no íntimos, siento su cariño por mí y valoro la sabiduría de comentarme algo que les parece mal con un tino y una elegancia que no te esperas de una DragQueen. Se los agradezco mucho. Son completamente correspondidas.
AM: ¿Qué se siente que tu imagen esté ante la multitud que inundaba el Paseo de la Reforma, antes de que partiera la XXIX Marcha del orgullo LGBTTTI?
ER: Estaba saliendo de la ducha cuando vi el twitt con la foto de la imagen junto al Ángel: me movió muchísimo. Me tuve que sentar un momento para dimensionar y respirar. Después como buen niño se lo mandé a mi mamá por whatsapp.
Y después verlo en vivo, aún me pongo “chinito”, estuve firmando carteles y la gente te reconoce con una sonrisa, es increíble. Esto se espera de un personaje, un actor o un cantante, no de un artista plástico.
AM: ¿Tienes proyectado hacer al óleo una versión de tu imagen?
ER: El personaje está pintado en óleo, el fondo y la tipografia y demás es digital. De hecho, está contemplada para exponerse en la exposición de Niños Princesa en la UAM Cuajimalpa que inauguro el próximo miércoles 28 de junio.
AM: ¿Que versiones hay de tu imagen?
ER: Esta la version oficial que es la de color y existe otra que yo llamo Resistencia, que es contestataria, simulando serigrfía sobre cartón en negro y rojo.
AM: ¿Cuáles son los proyectos de Erik Rivera?
ER: Pues seguir pintando, exponiendo y creando. Tengo una exposición-venta titulada “Las Rurales” en el restaurante de una amiga en Puebla y Valladolid en la Roma Norte que estará hasta septiembre. Y “Niños Princesa” en la UAM Cuajimalpa todo Julio.
AM: ¿Tienes algo que agregar?
ER: Más bien agradecer todo el apoyo y el foco de la comunidad 
LGBTTTI a mí y a mi carrera, saben que cuentan conmigo para defender nuestros derechos desde cualquier trinchera. Un abrazote a todos. Les quiero.
AM: Erik, espontaneidad, franqueza y frescura prevalecen en tus respuestas. Sin duda es un reto para la imaginación hurgar en el acervo histórico de una nación. Y desde allí ofrecer otras posibles representaciones. Me parece interesante el esfuerzo de imaginar un escudo, sacado de parámetros que nada tienen que ver con una religión que fue impuesta con la espada y el arcabuz. Sin duda, el saliente cardenal Norberto Rivera exacerbó las agresiones, injurias y humillaciones que no se borran con el “perdón” que expresó, de labios para afuera. El daño que causó a su iglesia de odio y exclusión, es mayúsculo. La comunidad LGBTTTI, el Imperio Gay, como su vocero lo llamó, no lo olvida.
elegebeteando 